Otro día de viaje. Maharaj Khem Singh Ji ordenó a su Secretario y al conductor del autobús que tomaran las largas, lentas y sinuosas carreteras de montaña de Himachal Pradesh desde Dharamshala hasta Sundarnagar.
Tras un tiempo en la carretera, el grupo se sentía cansado del autobús (en el que ahora se les unía el maestro Khem Singh) y necesitaba descansar. Se pensó en un par de paradas junto a la carretera. Sin embargo, cada vez que se acercaban a una nueva parada de descanso, Sant Khem Singh insistía en que siguiéramos buscando un lugar mejor.
Finalmente, con la aprobación del Maestro, el autobús se detuvo para descansar y tomar un té. Casi inmediatamente se acercaron a Sant Khem Singh con mucha curiosidad y sincero afán de saber quién era. El Maestro empezó a hablarles y se reunió una pequeña multitud, formada por un grupo familiar viajero. Conectar con estos buscadores fue claramente la razón por la que se eligió este lugar para la parada del Maestro.
Tras una charla breve pero plena, el Maestro pidió a su Secretario que tomara los nombres y números de teléfono de los jefes del numeroso grupo familiar para mantenerse en contacto, por si acaso. A continuación, el Maestro y su grupo de viaje tomaron el té y reanudaron el viaje.
Sin embargo, la historia de este encuentro al borde de la carretera no ha terminado, aunque no se sabía en ese momento (al menos no por los compañeros de Sant Khem Singh). En la entrada del blog del 25 de noviembre encontrarás el sorprendente desenlace de su historia.
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