Quien se bendice a sí mismo, bendice también a los santos. ¿Cómo se bendice uno a sí mismo? Asistiendo al Satsang o acompañando a un santo o místico, para que sea receptivo a su gracia. Los Santos vienen aquí para bendecirnos con el conocimiento de la verdad. Nuestro Maestro viene aquí con el único motivo de conectar a las Almas con la palabra. La palabra o la corriente sonora es la esencia de todo lo que existe. Nada puede existir en esta creación fuera de la Palabra.
Debemos intentar deshacernos de nuestro ego, intentar ser amables y compasivos con los demás, para ser receptivos a las bendiciones de un maestro. Haz lo que te gusta que te hagan. Sé un pacificador. Puedes hacer que tu vida sea satisfactoria refugiándote en los pies de un Maestro. Sé humilde y amable.
Sant Khem Singh